¡Vaya semana cargada de emociones! Hemos tenido de todo... en casa y en el cole... Hay días en que una mamá maestra tiene la sensación que no llega a todo... Y seguramente... ¡Es verdad!
Nadie nos da un "carnet de padres"... Solo nos ponen una cosita, lo más hermoso del mundo, encima y nos dicen "¡Enhorabuena papás!"... Luego vamos aprendiendo poco a poco: una pizca de intuición, un mogollón de consejos,... Y es como una rutinilla que se interioriza: colegio, extraescolares, reuniones de padres,... ¡Pero cuán grande es la tarea de ser padre! Y, luego a veces, llega lo inesperado... Yo, desde hace dos años, intento que me afecte poco pero cuando pasa, me afecta y es que con mi Amor Inmenso me he vuelto una madre un poquito histérica... es que los achaques infantiles, es lo que tienen,... que te sacan el yo interior... Y Yo, lo que intento ahora es normalizar todo y que esto también sea parte de mi rutinilla de madre... Y me ayudo con sus pequeñas sonrisas, con las de mis chiquitines que están empezando proyecto y te sacan una sonrisa solo con esos ojitos curiosos y esas lenguas de trapo que hablan tantas maravillas... con las sonrisas de mis otros "Amores"... Y es seguro que una mamá maestra no llega a todo... ¡Ni falta que hace!
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