Nuestros pequeños minions, Stuart y Kevin acabaron el trimestre descubriendo el fuego y otras muchas cosas en Arqueopinto y, claro, después de Navidad han vuelto llenos de inquietudes y preguntas... casi tantas como nosotros. Ahora han descubierto el mundo de la cocina y ya no andan en busca de un jefe... ¡quieren ser su propio jefe! Y, claro está, ganarse la vida... les gustaría ser cocineros, pero aparte de haber descubierto el fuego, saben muy poco sobre la cocina... y hemos decidido ayudarles. Les enseñaremos que utensilios podemos usar, qué alimentos comemos, dónde buscar los alimentos, cómo vienen envasados... nos hemos hecho muchas preguntas y pronto tendremos un mural en el que aparecerán todas. Así es como empezamos... todos juntos haciendo la motivación del proyecto y, luego, el jueves (a pesar de la tecnología, el campo y las ovejas) apareció la gran Gracia Iglesias con sus campanitas, su maleta y, cómo no, sus historias... nos hizo reír, nos invitó a participar, a jugar, a cantar, a soñar, a... en fin, ¡qué sé yo! ¡Ay, sí! Lo más importante, a utilizar nuestras gafas de la imaginación... Y en relación al proyecto nos trajo la historia de Marcelina que quiere preparar una sopa y en cuanto empieza a echar los ingredientes, empieza a llegar gente, gente amable y buena que quiere ayudarla pero... de repente, todo se descontrola... ¿Qué habrá pasado? Los Chiquitines más especiales del mundo no podían dejar de mirarla y, ya por la tarde, no dejaban de cantar y dibujar... si no se querían ni ir a casa: "Yolanda es que no he terminado la olla" "Yo no sé pintar a Marcelina pero lo intento" "Mira, mira... mira yo qué título más bien hecho como una mayor"... y así mil cosas más. Así que les he prometido que el lunes la acabamos sin falta y la ponemos en el proyecto. Mañana que sale la carta para los papás habrá mil sorpresas y si ya nos apetece, habrá... ¡Ay, claro! ¡Habrá que ponerse el delantal e investigar!
