domingo, 3 de marzo de 2019

NOS VAMOS DE LIBRERÍAS

Siempre que hay días de descanso hacemos muchas cosas. Este año Amor en Mayúsculas llevaba toda la semana con gripe y, como, era de prever, el puente no iba a ser una excepción. Paseos cortos, muchos mimos y cariño, medicinas, noches un poco movidas... y, hoy, cuando se ha sentido con más fuerza y le hemos preguntado "Qué te apetece hacer hoy" ha respondido que ir a buscar un cuento... No se hable más, a la calle todos... Nos hemos bajado a una librería de la gran urbe junto a la que vivimos... aquí en nuestro Pequeño Rinconcito del mundo los días son más bucólicos... y hoy solo había mercadillo vecinal. Ya en la librería, a cotillear un montón, a elegir, dejar, volver a coger... al final todos con algo, claro está... Uno física (¡qué bonito!), el otro, uno para construir con legos (siempre hay legos), manga (¡no puede faltar!) y yo en lo mío... EDUCACIÓN... lo mires por donde lo mires siempre traigo algo de Educación. Hoy he comprado algunos libros... Uno, me lo recomendaron hace tiempo, de espacios, de historias, de Reggio; otro es de juegos (la creatividad no es infinita); otro de matemáticas manipulativas (con la gran Mª Antonia Canals no se puede fallar, creo yo) y, el último es, sin duda, la joya de la corona... La escuela que quiero de Mar Romera. Tanto me ha gustado, que en el camino de vuelta, ya me lo había leído. Ahora lo tengo que releer... Lo leeré muchas veces, estoy convencida... Habla de la escuela que fue, de la que es, de la que esperamos todos los miembros de la comunidad educativa (padres, maestros, alumnos, administraciones...), de lo que pensamos y podemos hacer cada uno desde donde estamos... con un lenguaje sencillo y claro y con las historias que lo acompañan, resulta un completo documento muy asequible para todos... Me gusta estar con mi familia, es lo más guay de tener días de fiesta... da igual lo que hagamos... y dejar que el tiempo corra mientras paseamos, miramos las estrellas, soñamos, imaginamos... nos disfrutamos.



MAMÁ, TE VEO, TE COMPRENDO

He encontrado esta preciosa entrada en Facebook... me ha parecido tan simplemente, bonita, que quiero compartirlo con todos los que me seguís. Solo algunos de vosotros podréis ver como me reflejo en esto... el resto, seguirá viendo a una leona que protege quizá en exceso (¿quién sabe si no tenéis razón también?) a su Amor Inmenso.

Fuente: SOY SUPERDOTADO, TU REFUGIO (FACEBOOK)

MAMÁ, TE VEO, TE COMPRENDO
Mamá, veo lo mucho que estás intentando.
Te veo. Te comprendo.
Veo lo abrumada que estás por hacer esto de la manera correcta. Veo cómo tu intuición de mamá te está diciendo que confíes en tu hija. Dar espacio y libertad para aprender. Permitir que esto evolucione a su manera. Veo que estás luchando para dejar de lado las maneras en que se suponía debían ser las cosas y aceptar que esta es la forma en que son. Veo que te encuentras aislada y sola.
Veo cómo realmente no puedes hablar con la familia y los amigos. Veo cómo no entienden, y cómo sus palabras "útiles" de consejo sólo te dejan sintiendo que tienes que defenderte todo el tiempo…
Mamá, veo lo mucho que estás intentando. Te veo. Te comprendo.
Así es la cosa mamá. Criar un niño pequeño emocionalmente intenso, superdotado y atípico significa que hay una buena probabilidad de que estés cableada un poco diferente… Lo sé porque soy tú.
Pasé la mayor parte de mi vida pensando que era la única que se sentía de esta manera. Durante años, me preguntaba si algo andaba mal conmigo. Ten en cuenta que pasé horas y horas entrenando mujeres empresarias por lo que no era ignorante sobre el hecho de que la gente tiene dificultades, pero aún me sentía diferente.
Mi sensibilidad emocional y la intensidad siempre han sido un problema para mí, causándome dificultades con mis sentimientos, y malentendidos con mis amigos cuando era una niña. Y también era mandona. Era como un niño. Mis padres todavía aman compartir historias de épocas en que yo "dirigía" a todo el mundo con un tono de voz elevado, sobre la manera "correcta" de hacer cosas. Cuando era una adolescente me sentía un alma vieja y una niña ingenua al mismo tiempo, rechazando las maneras adolescentes tontas todo el tiempo, y también sintiendo que no encajaba. Siempre era esa persona a las que otros acudían para pedir apoyo, pero nunca me sentía como si realmente tuviese a alguien que pudiese estar en mi misma "sintonía". No era su culpa realmente. Ellos simplemente no me entendían.
Como adulta tuve dificultades para encontrar mi tribu. Tenía amigos, pero no siempre duraban. Por lo general, mi intensidad emocional se interponía de alguna manera, o por algo que yo decía, o mis sentimientos intensos nos harían separarnos. O a veces era sólo que simplemente me aburría o desilusionaba y estaba lista para seguir adelante.
Finalmente, como madre era parte de esta tribu más grande de madres, pero aún entonces estaba en el exterior. Mira (¡claro que lo haces!) mis hijos fueron emocionalmente intensos desde el principio. No dormían cuando se suponía que debían dormir, no hablaban cuando se suponía que debían hablar, no leían cuando se suponía que debían leer. No podía dejarlos con las niñeras porque llorarían y cuando llegó el momento de comenzar el preescolar y eventualmente la escuela, simplemente no funcionó, mientras que para la mayoría de los demás sabía que funcionaría. Esos días tuve amigos, pero siempre sentía que estaba en el exterior observando.
Para todos aquellos que dicen que ser "superdotado" no importa… no estoy de acuerdo. Encontrar otras mamás como yo… me ha curado de maneras que ni siquiera puedo empezar a poner en palabras. No significa que pensamos que somos mejores o que nuestros hijos son superiores...
Simplemente significa que estamos cableadas un poco diferente y estar con otras como nosotras, nos ayuda a no sentirnos no tan solas. Nos permite sentirnos escuchadas y entendidas. Nos ayuda a sanar y a que nuestros hijos también se curen.
Así que mamá, te veo. Te comprendo.
No estás sola. Estamos todas juntas en esto.
Karen Morrison

NOS VAMOS DE LIBRERÍAS

Siempre que hay días de descanso hacemos muchas cosas. Este año Amor en Mayúsculas llevaba toda la semana con gripe y, como, era de prever,...