Ya de vuelta a la rutina, volvemos a activar el Buzón de los secretos. El otro día apareció un mensaje sobre un miedo que ha resurgido con fuerza en nuestro Pequeño Reino. Al inicio de curso trabajamos el miedo al lobo con el cuento ¡Qué llega el lobo! (o el cumpleaños del lobo, como a mi me gusta llamarlo) y que solemos volver a contar o ver en la PDI cuando tenemos un cumpleaños. Después de la Navidad trabajamos el cuento La ovejita que vino a cenar donde el lobo se hace amigo de una oveja que llega por su casa.
Hace poco también empezamos a jugar a que somos lobos en el patio. Y estos lobos no aúllan... gritan muy, muy fuerte y, claro, lo que empieza como un juego, a veces nos pone nerviosos y nos salen los miedos... muchas veces, ya por la noche. Lo hemos hablado en clase, que lo malo de este juego, es que lo que a unos gusta a otros asusta... pero algunos aún se resisten a abandonarlo.
Así que para trabajar esto he buscado un nuevo amigo que nos haga ver a este animal con otros ojos y nos ayude a superar nuestros miedos; se trata del cuento Los besos del lobo feroz, un lobo que se levanta como todas las mañanas dispuesto a hacer cosas de lobo, pero que poco a poco acabará siendo el más cariñoso del mundo. A ver si dentro de poco os cuento que el lobo ya no nos da miedo (aunque sí mucho respeto) y que en el mágico mundo de los cuentos podemos encontrar la solución a casi todos nuestros problemas.
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